Hay noches extensas donde tú recuerdo

me pega de lleno en madrugada,

donde la luna se siente solitaria

sin tu voz que arrulla mis sueños

tan despiertos que al alba se acurrucan .

Hay noches enteras donde tu silencio,

ahora ya tan prolongado

me duele profundo aquí en el pecho,

donde tu risa dibujada se fuga inevitable

de la inmensa locura de mis cansados párpados.

Hay noches también donde tu ausencia

es mi refugio de palabras tiernas,

donde mi verso se transforma en manantial

y esta poesía traspasa allá del olvido la distancia.

Hay noches en que muero y vivo o vivo y muero

desterrando de mi amor y de tu amor,

aquéllas viejas y eternas partituras

que desnudaron de nuestras noches los silencios,

que provocaron de una nada los mas bellos encuentros... 

Y también hay noches amor en que te pierdo

y olvido sinceramente por completo,

son esas noches donde otro cuerpo

te quita de mi cuerpo, donde otras manos

me alejan de tus manos, donde otros besos

suplantan confusos a tus besos...

Y en esas noches amor yo no te pienso,

me entrego a lo absurdo que habita

en el silencio, y sueño, vibro y vibro al sueño...

Me destierro de la luna en ese cuerpo,

te habito en los ojos cerrados en que guardo

la imagen de tu tiempo...

Sueño febrilmente en el contacto cercano

de tu cuerpo en aquel cuerpo,

y desfallezco...

Muriendo al sucumbir

en el ultimo fuego que ya extinto

abandona igual que tu memoria, la esencia

que se vierte momentánea de tu nombre

anidando en secreto el suspiro callado que se escapa. 

Y hay noches amor en que extrañarte duele

y mata, mata y duele en la profundidad del alma mía;

otras tantas donde el amarte se torna en refugio

e idolatría, credo y total modo de vida;

pero quererte así con este amor es fantasía

por qué definitivamente amor hay noches

y muchos tantos momentos en el día,

donde haces falta para disfrutar completamente de la vida.

Hay noches amor...

en que confieso al universo que te amo

demasiado todavía.