jueves, 28 de noviembre de 2013

Algo que nunca sabrás…

Algo que nunca sabrás inestabilidad, tristeza, dolor y amargura son sinónimos del presente y recuerdos del pasado. Infinidad de veces siento poder el cielo tocar pero al instante caigo al suelo recordando que tan solo es un sueño más en mi mente.

Muy dentro de mí me dice que tan cerca te tengo, pero tu comportamiento y la razón me hacen ver la realidad. No sé cuando te tendré por completo, no sé si te tengo o si alguna vez te tuve. Lo que si sé es que este amor no cree poder terminarse nunca, aunque el mundo se ponga de moda con sus ideologías y pensamientos, este amor sobrevivirá por muy maltratado y débil que parezca.

Podrás tratar de recurrir a las apariencias, podrás querer rechazar y negar el sentimiento que nos une, pero sabes bien que siempre saldrá a flote, siempre sobresaldrá esa luz que ilumina nuestros corazones, por muy oscuro que se tornen nuestros caminos.

Sabes bien que siempre te querré como el primer momento en que di cabida a que este sentimiento se instalara en mi, sabes también que me amarás aunque nuestros destinos se empeñen en tomar caminos diferentes, pero el amor y la razón aun los une.

Si en algún momento dejo de existir, si por alguna causa desconocida mis ojos se cierran impidiendo seguir contemplando tu mirada, si por alguna razón mi cuerpo deja de producir calor y si a mi alma se le escapará el último aliento de vida, no temas y no decaigas! Porque el sentimiento siempre vivirá en mi por el resto de los siglos.

Solo con recordarme como a la persona que te amó sin condición, sin interés alguno, mas que el de recibir la misma cantidad de cariño que día a día te brinde sin tu darte cuenta.

Sé que te envolviste tanto en tu vida y en tus afanes, sé que por un momento me olvidaste, pero el hecho de saber que aun estabas bien me hacia inmensamente feliz, aunque muchas veces hubiese deseado alguna caricia, algún beso o tan solo algún gesto amable de tu parte, pero créeme que tan solo escuchar tu voz en alguna escasa llamada telefónica, me hacia recordar con alegría lo que seguía aún sintiendo yo por ti.
Tal vez esto no lo llegues a escuchar de mi boca, sé que no me atreveré a decírtelo nunca. Tienes un corazón herido y la incredulidad se ha apoderado de ti. Sé que dentro de ti quisieras poder creer en mis palabras, pero el pasado ya hirió nuestras almas y sé que tardarán en reponerse.

No nos queda mas que seguir en esta vida, llena de envidias, interrogantes y sueños.

Pero se con certeza que en mi vida siempre estarás, como lo mas grande, valioso y dichoso, aunque tal vez nunca termines de entenderlo.
www.facebook.com/LunasMuertass

sábado, 23 de noviembre de 2013

Sabrás lo que es ser Padre

Sabrás lo que es ser Padre

Solamente sabrás lo que es ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, henchido de legítimo orgullo.

Sabrás lo que es ser padre cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.

Conocerás la dicha de ser padre cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer.

Únicamente sabrás lo que es hacerse padre cuando radiante pasees a tu hijo en su dorada carriola, le hables aunque sepas que no te entiende aún y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña cosa que constituirá su primera lección de filosofía.

Sabrás lo que significa ser padre cuando en la noche corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz.

Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tú le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.

Sabrás la maravilla que posees cuando lo lleves por vez primera a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos que, sin embargo, le enseñarán a ser compartido.

Cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que se esconde en su corazón. Y sobre todo cuando se abrace a ti, tomando tu mano simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza, que le dará seguridad en su andar.

Sabrás lo que es ser padre cuando reclame tu tiempo y tu tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen en las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.

Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas como contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Santa Claus y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo y tu caricia y tu beso incondicional, cuando le amas.

Sabrás lo que es ser padre cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar por todos y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar. Y cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.

Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.

Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía y quizás sea el teléfono o el Internet la lejana liga que te una a él.

Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.

Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma.  Pero es solo entonces que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.