jueves, 14 de febrero de 2013

Esta mentira se ha convertido en una parte de mí.
Durante meses, he jugado a este juego,
actuando como si no doliera,
cada vez que oigo su nombre.

Haciendo caso omiso de lo que hay dentrode mí,
fingiendo he seguido adelante,
como si los sentimientos que una vez fueron
para ella de alguna manera se han ido.

El transcurso de cada día.
Con alegría y risas,
olvidando todos nuestros recuerdos.
Evitando fotografías.

Pero anoche, cuando la vi,
por primera vez desde que se fue…
Mi corazón se detuvo por un momento...
Y no podía respirar.

Cuando de repente me di cuenta,
como las lágrimas comenzaron a fluir,
que aún después de tanto tiempo...
Simplemente no puedo dejarla ir.